Ya que no había otra cosa que hacer, decidí jugar con la hierbabuena, el cardamomo y la canela y aprender a coger una bandeja sin que las copas y demás instrumentos se fueran al suelo, eso si, no siempre lo conseguía. Recuerdo que tras unos primeros días de agobio, todo fue sobre ruedas. Hice buenos amigos, me gané la confianza y el respeto del jefe y hasta ligué!! Todavía puedo verme corriendo por la teteria, arriba y abajo, mientras la gente me miraba como diciendo “¿¿donde está mi pedido??”. Magnifico recuerdo para un magnífico mes. Todo empezaba de nuevo, los amigos volvían, la nueva casa iba tomando cuerpo y yo me sentía muy feliz. Digno de recordar. Sigo con la ronda de recuerdo, mantita, calorcito y a Zoofilia gay.
Abro por undécima vez los ojos, los froto y me pongo las gafas, que si no, no veo nada. Llaman a mi puerta, debe ser temprano y por el fresquito que entra por la ventana, más o menos, Noviembre. Juan ha llamado a mi puerta y ha preguntado por mi hermana. Este, sin duda, es el mes de los problemas. Mis hermana, mis padres, mi abuela, algunos amigos y hasta yo mismo, pero todo terminaría en un susto. Regresaron las chaquetas, las fiestas de otoño, los atardeceres anaranjados que tanto me gustan, así como los cafés interminables contándonos, de manera pormenorizada, todos los detalles de nuestras vidas. También fue el més del Fuente. Descubrí el cariño de las personas de mí alrededor, el estrés que produce el trabajo, la competitividad, la perspicacia de la gente, y comprobé, más que descubrí, que soy autosuficiente. Parece que el viaje este concluyendo, cada vez los recuerdos parecen más reales y las situaciones pasan más rápido. Voy a darme prisa en dormir, que quiero disfrutar un ratito más de este regalo de cumpleaños.
Esta vez he abierto los ojos con decisión. Veo mucho rojo. ¿Una pizzería? Una fiesta!!! Me encuentro con los amigos del barrio de Málaga. Mucho alcohol y poca comida, debí suponerlo. Estamos, de seguro, en los últimos días de Diciembre, cuando se celebran las fiestas de empresa. Me gustó sentirme rodeado de gente tan simpática y tan buena de corazón.
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