La cinta francesa Monsieur Batignole (2002) dirigida por Gérard Jugnot, es la historia de un comerciante que en 1942 en París (ocupada por los alemanes) trata de ayudar a Simón, un niño judío, para escapar de la persecución nazi y pueda llegar a Suiza junto con dos primas del pequeño que se les adhieren. Esto confiere a su vida otra dirección mucho más positiva que la llevaba hasta ese momento. Nunca te vayas sin decir te quiero es una película situada en Antwerp, Bélgica, a principios de los años setenta. El dolor sufrido está siempre presente cuando lo vivido ha desgarrado el espíritu del ser humano. A veces se trata de vivir como si nada hubiera pasado y sin embargo el pasado está presente más que el mismo hoy. En ese pasado presente la búsqueda de lo que se fue y ya no se es entrega al sinsentido, al ¿y ahora qué hago con mi vida? como se pregunta el padre de Chaja (Laura Fraser) en Nunca te vayas sin decir te quiero (1996) dirigida y actuada por el holandés Free tube Krabbé, una película que nos detiene a pensar en lo importante que es el respeto a las diferencias de manera de ser, pensar, sentir, vivir, amar, creer...
Todo en Lautrec (1998) está genialmente realizado: la ambientación, el vestuario, la representación de los personajes, la música, la fotografía (de Gérard Simon) la actuación. Lautrec es una cinta francesa que despliega la biografía del gran pintor Henri Toulouse-Lautrec (actuado magistralmente por Régis Boyer), destacándose la relación amorosa que vivió el artista con la bailarina Marie-Clementine Valade, mejor conocida como Suzanne Valadon (Elsa Zylberstein).
¡Dios, qué hermoso es el mundo!, exclama el conde de Toulouse, padre del pintor, cuando nace su hijo y es varón, por aquello del linaje. Más tarde sufrirá enormemente al saber qué su apellido quedará sin descendencia. Una de las partes que me parecieron más conmovedoras es cuando Toulouse-Lautrec ve un cuadro de otro pintor y con lágrimas en los ojos pregunta: "¿quién hizo esto?" y el pintor del cuadro que está detrás le dice: "¿En verdad le gusta?", "¡pero como no, pinta usted la angustia y la tristeza humana!" El pintor del cuadro era el gran Vincent van Gohg, entre ellos surge una bella amistad. Toulouse-Lautrec está en el Moulin Rouge cuando se entera de que van Gohg se ha suicidado y llora de tal manera que sobrecoge. Se llega a percibir en la película el dolor interno de Toulouse-Lautrec por ser pequeñito, lo que comúnmente llamamos enano, a veces ello le desespera. Aunque la pintura es para él lo más importante, está muy solo...
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