jueves, 23 de julio de 2015

Reparacion aire acondicionado barcelona

Pues este ha sido mi primer año de Romería de San Isidro. (Es que esto de vivir en un pueblo, pues ná, que una se apunta a todas las diversiones tradicionales que puede para integrarse).
Sorprendéntemente, me lo pasé mejor de lo que me esperaba, torrija de sangría incluída y "de gratis" (es que con la caló que hacía y lo fresquita que estaba, pues entraba solita por el gaznate).
Un montón de peña en plan dominguero con sillas, mesas, sombrilla y todo lo indispensable para pasar un día de campo, una misa al aire libre en una explanada habilitada para la ocasión, coro regional, imagen de San Isidro, Carrozas decoradas con flores y espigas, reparto de pan del Santo (con anís, buenísimooooooooo) y a falta de cocido, por aquello de que era domingo, una impresionante paella gigante para todos los asistentes Reparacion aire acondicionado barcelona "de gorra". Vamos, que si no fuera por la cola de la sangría, el pan y la paella (con bronca incluída con un "educadísimo matrimonio mayor" y por el sablazo de las atracciones infantiles (60 euros la broma en total en menos de dos horas) y la falta de siesta de los dos enanos que se pusieron de acuerdo para arruinarnos la tarde reclamando su siesta (no, no se dormían ese era el problema que querían marcha y marcha y cuando nosotros quisimos sentar nuestras posaderas en el suelo ellos al no salirse con la suya se frotaban los ojos cansados y querían que nos pusiéramos en pie), el día redondo.
La verdad es que me había olvidado lo bien que se lo pasaba uno sin necesidad de estar comodamente sentado ni invadido por los escaparates de 200 tiendas, otros tantos baretos y restaurantes varios y 15 salas de fuente.

Desde luego que el próximo año repito, eso sí, nos llevaremos las sillas y la mesa plegable para no sentarnos en el borde de los abrevaderos de los caballos y terminar con el culo empapado porque algún gracioso taponó el desagüe. También incluiré una amplia manta para sentarnos sin riesgo a llevarnos todos los hierbajos y bichos y tierra del campo en la ropa. Me embadurnaré con una crema solar porque terminé con la cara más ardiendo que un horno a 250º (menos mal que me he bronceado y no como mi marido que parecía un cangrejo) y como los niños llevaban gorra... pues nada, tan frescos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario