Un día soñé que estaba en un ascensor con una amiga mía. Y de pronto vinieron unos soldados vestidos de camuflaje, incluido casco y metralletas a raptarnos. Así que a punta de pistola nos encerraron en un piso con un par de militares. Y resulta que al rato los dos chicos se empiezan a besar. En ese momento mi amiga y yo comenzamos a idear un plan. Investigamos por el piso ¿y qué encontramos? ¡un disfraz de orangután naranja! Ideal para pasar desapercibido. Así que yo, en plan heroína, me pongo el disfraz sin que nuestros raptores se den cuenta y salgo del piso vestida de orangután naranja. Los soldaditos se dieron cuenta de que me había ido y a partir de ahí comenzó una trepidante persecución por mi ciudad. Imaginaoos, dos soldados vestidos de camuflaje persiguiendo a un orangután naranja... Pues que sepais que nadie se extrañaba ni se volvía a Click aquí .
Ayer tuve otro sueño absurdo. Soñé que se me caían los dientes (todos toditos) y tenía que ir al dentista a que me pusiera unos tornillos en las encías, de los que venden en cualquier ferretería para poderme poner una especie de dientes postizos que tenía que desatornillarme cada vez que me los quería lavar. Ayayay! lo pasé fatal en ese sueño! Menos mal que todavía tengo mi maravillosa dentadura.
Y si mis sueños son extraños, más lo son los que tiene una amiga mía, que tiene la manía de soñar con personajes famosos de lo mas dispares. Un día soñó que ligaba con Will Smith en una panadería, y acababa besándose con él, y desde entonces cada vez que entramos a una panadería nos fijamos bien, no vaya a ser que esté el magnífico Will por ahí, quién sabe...
Y en la misma semana mi amiga me llamó toda abatida para contarme que esta vez había soñado que paseaba con Maragall de la mano por la mismisima Rambla de Barcelona.
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