jueves, 22 de enero de 2015

El sistema solar

Pum pum, pum pum….El corazón bombea violentamente sangre hacia mis sienes, mientras se cierra la boca de mi estómago y algo nace en mis entrañas que pugna por salir, por derramar todo lo que llevo dentro, lo malo que llevo meses pensando, lo poco bueno que me queda ahora mismo por recordar.

Nervioso, rebusco en mi chaqueta el paquete de tabaco, sin encontrarlo, pongo patas arriba un cajón rezando por que aparezca un souvenir extraviado en forma de Marlboro. No se si estoy haciendo todo esto para no mirarte a los ojos esta noche, para tener entretenida la mirada. Al final, con la cabeza mirando los dedos de los píes y mordiéndome una uña de la mano, en un gesto que llevo conmigo desde pequeño, te pido un cigarro de los tuyos. Se te ve tranquila, con pausa, midiendo cada gesto abres tu bolso y me tiendes uno.

No me preguntes como se ha liado todo esto. La historia no es nueva, son meses de pequeños detalles, de conversaciones aburridas, de no querer escucharte más, de buscar la excusa para salir solo, acompañado por mucha gente, pero solo de ti. Y lo peor es que creo que a ti te pasa lo mismo, pero ninguno nos atrevemos a decirlo. No debe ser fácil convivir conmigo. A manías no me gana nadie y tampoco tengo muy claro que sepa Click aquí.

Eso sí, siempre hemos sido un exquisito cadáver, la sonrisa hasta el final, que no acabe el espectáculo!!! Este cabaret decadente, que encendiendo los focos que lo sacan de la penumbra, vemos que solo es ruina.

Hasta este punto hemos llegado, después de cuatro años, no somos capaces de ver a esos adolescentes que se enamoraron, frente a todo pronóstico, sin intención, ni Sistema solar.

El caso…..es que no te veo tan afectada!. Yo estoy tan de acuerdo en esta decisión como tú, pero…me encuentro mal, triste, es como irse de casa, sabiendo que no volverás, pero…..como si fuese necesario. Lo hago, porque lo tengo que hacer, pero no quiero. Tú, sin embargo no, con aplomo vas escuchando argumentos, a los cuales apuesto que me rebatirás en cuanto acabe mi discurso.

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