miércoles, 1 de octubre de 2014

Comparar seguros

Sentada en mi cama, y con los ojos envenenados de lágrimas, veía la lluvia caer y, por mi ventana los días pasaban... despacio, calmados, eternos... El sol jamás volvería a brindarme cálidas mañanas; ni a lamer mi blanca piel haciéndola Comparar seguros.

Y el día que lo dí todo por perdido una voz familiar, cálida, que provenía de un joven con el que no hace mucho compartía días de sonrisas, me susurró al oído: Eyyy!! Rubia!! no llores, no desesperes, la tormenta cesará y podrás disfrutar del cosquilleo de las gotas de lluvia al rozar tu piel; podrás respirar el agradable aroma que desprenden las calles mojadas; podrás ver el camino con mayor claridad, pues no habrá luz que deslumbre tus aguados ojos...

Aún no he tenido oportunidad de cruzar la barrera, pero al menos, paraguas en mano, estoy dispuesta a bajar y enterrar miedos, dudas, confusiones... porque cada día que pasa estoy más segura de que sentir la lluvia bañando mi piel es lo que de verdad siempre he Comparador de seguros...

Intuyo una presencia frente a mí que me abstrae de mi "ardua" tarea profesional. Levanto la mirada y frente a mí encuentro un personajillo que parecía sacado de una película española de los 50. Hombre de avanzada edad, con pintas de Macario, pequeñito, rechonchillo y con unos pantalones que dejaban ver perfectamente unos calcetines blancos Click aquí |...

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