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La semana pasada me encuentro en el buzón un aviso de correos. Me ha llegado una carta. Lo primero que pienso es que tiene que ser de alguna editorial o algún concurso, así que me voy para allá.

Después de esperar una cola de unas doce o trece personas, por fin tengo en mi poder un sobre marrón que pone "Editorial XXXXX". Estoy tan nerviosa que no me atrevo ni a abrirlo, aunque en el fondo sé que si les hubiese gustado y estuviesen interesados en algo, me llamarían por teléfono en vez de mandarme una carta.

Por fin abro el sobre y me encuentro un libro de regalo, genial, ahora sí que estoy segura de que no están interesados. Me envían una especie de premio de enlace.

Un libro, dos revistas y una carta. No leo por ningún sitio el "No estamos interesados en tu proyecto" porque es obvio que hay que ser sutiles.

"Querida Susana"....."la edición de relato de autores fuera de los circuitos editoriales y mass media, como sabes es esa patata caliente que nadie se atreve a agarrar del todo"....."publicar es fácil, otra cosa es que sea rentable"........"personalmente he ojeado y hojeado tu texto. Excelente catadura, no cabe duda. Demasiado extenso como para llegar a ser rentable pero no cabe duda que está ben escrito." "Quizás pecas de introspección y una edición no es sino comunicación...."

Me desean salud y suerte. Esto último escrito a bolígrafo, escrito en exclusiva para mi.

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Este post tan insípido es porque el lunes y el martes tuve clase toda la tarde, o sea que no tuve nada de tiempo libre. Además el ordenador sigue jodido... o sea que va lento no, lentísimo; se cuelga cada poco y hay que volver a encenderlo, así que escribir un mail o cualquier cosa, puede llevarme una media de una hora, tiempo del que actualmente no dispongo.

Podría irme a la cama más tarde o levantarme a las cinco, pero de momento mi adicción a la blogosfera, no es tan preocupante. Lo que si, echo de menos leeros y me sabe mal no contestar a los emails.

Todavía no escribí uno que quería haber escrito hace más de una semana, así que imagino que cada vez me costará más arreglar el enfado que supongo tendrá.